Como muchos en la Ciudad de México padezco de ira al volante que con frecuencia se traduce en desesperación por los conductores lentos. No me malinterpreten: no soy una cretina, no me meto en las filas, ni me paso los altos; simplemente mis horas tras el volante me han dado la experiencia necesaria para manejar rápido y bien. O eso creía hasta hace poco.

Hace dos semanas me pidieron que probara un dispositivo para automóviles que ayuda a prevenir accidentes. Su nombre es Mobileye y consiste en una cámara de visión artificial que monitorea todo el tiempo lo que pasa cerca del auto para advertir al conductor cuando está peligrosamente cerca de otro coche o peatón.

La instalación tomó poco más de dos horas, durante la cuales colocaron una cámara abajo del espejo retrovisor, pegada por dentro al parabrisas, y un display circular en el tablero. Cuando estuvo listo, salí a dar una vuelta para familiarizarme con las distintas notificaciones.

La que más me gustó fue el cálculo que hace de tu velocidad y la distancia a la que se encuentra el coche de enfrente, para mostrar los segundos que tienes antes de frenar y así prevenir accidentes.

Cuando estás muy cerca del otro conductor el dispositivo envía una alerta sonora y en el display aparece un auto parpadeante en color rojo; en los altos también envía alertas cuando, por equivocación, dejas de pisar el freno y empiezas a acercarte al coche de enfrente, una función muy útil para los conductores que revisan su celular cada vez que les toca un alto.

Si muestra la figura de una persona, significa que hay peatones o ciclistas cerca. Incluso detecta a aquellos que están sobre la banqueta pero peligrosamente cerca del arrollo vehicular. Igualmente lee las señales de tránsito para advertirte cuando vas arriba de la velocidad permitida y sabe cuando te cambias de carril sin prender las intermitentes.

El sistema es muy preciso. No importa que las líneas en las calles estén despintadas o que sea de noche, Mobileye sabe lo que está pasando afuera y te lo indica con luces y con un sonido similar a una notificación de celular potente.

Dos días después de probar el equipo, fui citada en las instalaciones del CESVI, institución que probó y certificó a Mobileye, para explicarme más sobre el dispositivo y mostrarme (¡Ay!) mis resultados como conductor.

De acuerdo con el reporte, el sistema me calificó como un conductor agresivo y me mostró los incidentes que había tenido. Tras semejante vergüenza sólo pude prometer que manejaría mejor y, hasta ahora, Mobileye me ha ayudado a cumplir mi palabra gracias a sus insistentes notificaciones.

¿Es molesto? sí, aunque después de dos semanas de usarlo y hacer las paces ya no suena tanto. ¿Útil? Mucho, no sólo me siento más segura al conducir, sino que soy más considerada con otros automovilistas y no he dejado de preguntarme si este ojito podría curarnos a los defeños de la psicosis colectiva al volante y, de paso, educar a la mayoría de nuestros choferes de transporte público.

¿Cómo lo hace y para qué?
Rodrigo Gómez, director general de Human Tech Safe, distribuidora de Mobileye en América Latina, y Llusphía Checa, directora de planeación de Human Tech Safe, explican en qué consiste la visión artificial de Mobileye y cómo apoya al conductor.

"La interpretación de los algoritmos se hace sobre masas o estructuras (captadas por la cámara): la posición de unas piernas está asociada a una persona, la forma de las calaveras a un vehículo y así es como Mobileye identifica, aún en condiciones climáticas como neblina o lluvia, a los automóviles, peatones, ciclistas y motociclistas para mostrar el riesgo que se tiene en la zona frontal", aseguró Gómez.

"Esta tecnología se basa en la teoría del condicionamiento operante que manejaba Frederic Skinner donde no importa lo que pase, si empieza a sonar te va a regresar la atención al camino, además, con estos estímulo sin querer empiezas a tener un mejor hábito de manejo y mucha más tranquilidad porque te empiezas a sentir seguro de que te están avisando sobre los peligros", detalló Checa.

Tras un año y medio en el mercado, este equipo ha sido dispuesto en tres mil unidades, principalmente de transportistas. Además de la instalación del dispositivo, la empresa realiza análisis de los comportamientos de los conductores. Por ejemplo, interpretan si son agresivos, quiénes se cansan demasiado en viajes nocturnos o incluso conductas de riesgo como el posible uso de anfetaminas.