La edad no es un obstáculo para obtener un crédito hipotecario.

Tener apenas dos décadas de vida o menos es un perfil atractivo para recibir un financiamiento.

Lo mismo sucede si quien lo solicita ya es abuelo o bisabuelo.

Generalmente la edad mínima que manejan los bancos es de 25 años, señala Francisco Rojas.

"Sin embargo, existen bancos como BBVA Bancomer que pueden otorgar créditos desde los 18 años", añade el director general de Crediteka.

Instituciones como Banorte y Santander solicitan una edad mínima de 20 y 21 años, respectivamente.

En el otro extremo están las hipotecas para "maduritos".

Determinar si aún estás a tiempo de obtener financiamiento depende de consideraciones propias de los años cumplidos, aclara Rojas.

"La edad límite de cada banco va en función a la cobertura que tengan en su póliza colectiva de seguro de vida", expone.

Un ejemplo permitirá aclarar esta cuestión.

Asumamos que el banco sólo otorga el seguro de vida ligado al crédito a menores de 75 años y que actualmente tienes 59.

Por ley, esta cobertura es obligatoria para todos los créditos hipotecarios.

"En este caso, la institución sólo te podría dar un crédito a 5, 10 y 15 años.

"No aplica en el plazo de 20 puesto que los últimos 4 años ya no tendría el seguro de vida", explica.

A decir de Rojas, la edad máxima promedio para el otorgamiento de pólizas de vida es de 75 años, pero en algunos casos alcanza los 80 o los 85.

"El banco cuida que la edad del cliente al momento de contratar el crédito más el plazo no exceda el límite que tengan en la cobertura del seguro de vida", enfatiza Rojas.

Si eres un adulto mayor y solicitas un préstamo es posible que te realicen exámenes médicos.

"A mayor edad o importe del crédito existen más revisiones por parte de los bancos", dice.

Afirma que las personas de este grupo de edad piden montos relativamente bajos.

"Solamente buscan un complemento para alcanzar una mejor vivienda", apunta.