Aunque Takata ha causado un verdadero caos y llamados a revisión masivos de millones de vehículos en diferentes marcas, el futuro de las bolsas de aire parece estar seguro. Los dispositivos han demostrado a lo largo de los años que hacen un gran trabajo en conjunto con los cinturones de seguridad.

Si bien las primeras bolsas tenían una acción muy violenta, hoy las bolsas pueden dosificar su intensidad de acuerdo al impacto. Además el número de bolsas en el interior del auto ha pasado de una o dos a más de diez en los vehículos más equipados y la tendencia no parece que se detendrá pronto. Incluso pareciera que en un futuro no muy lejano, con todas estas bolsas y los sensores pre-colisión, los autos podrían estallar como palomitas justo antes de chocar. Seguro el impacto entre dos palomitas será menos letal que el de lámina contra lámina.

Existen varias invenciones importantes en bolsas de aire exteriores; las primeras que podrían aparecer están orientadas no a proteger al auto, sino a los peatones. Un dispositivo interesante es el que ha desarrollado TRW, ahora parte de ZF. Esta bolsa de aire se extiende sobre el parabrisas y los postes "A", que son zonas de impacto en el desafortunado encuentro de un auto con un peatón. Hoy en día existen autos que levantan el cofre para amortiguar este tipo de golpes, pero este dispositivo va un paso más allá. Una solución similar es la que propone Toyoda Gosei, con su patente publicada en el 2014.

Existen también bolsas de aire orientadas a reducir la fuerza del impacto en el exterior y no sólo en los autos. Bell Helicopter ha desarrollado unas bolsas de aire que se desplegarían de la parte baja del helicóptero en forma cilíndrica. Estos contenedores, similares en forma a las bolsas de aire de suspensión de tractocamiones, reducirían el impacto del helicóptero contra el piso en caso de falla.

Estas innovadoras bolsas de aire son flexibles y activadas de forma casi instantánea en caso de una colisión o, en el caso del helicóptero, en preparación al impacto. Pero existen bolsas de aire que pueden estar infladas permanentemente en el vehículo. Estas siguen ofreciendo absorción del choque pero mediante la salida controlada del gas en su interior.

Estas bolsas de aire pueden ser metálicas y estar ocultas tras la fascia de la defensa o en el interior de las puertas. Estos contenedores metálicos no se inflan al momento del impacto, sino que están sellados y cuentan con una especie de válvula para que el aire salga si se le aplica suficiente presión. En caso de un choque suficientemente fuerte, la válvula se abre y el aire interior sale pero lentamente, actuando como una almohadilla.

Renault ha utilizado este tipo de bolsas de aire en algunos de sus modelos, pero no como bolsas exteriores sino en los asientos. Un dispositivo así lo utilizaban como dispositivo antisubmarino, es decir, en caso de colisión, el conductor lo presionaba y aplastaba quedando en una posición más baja en el asiento. Esto evitaba que el conductor se deslizara hacia adelante en el asiento y por debajo del cinturón.

Regresando al interior de los vehículos, pareciera que todavía faltan algunas innovaciones, incluyendo una bolsa de aire central. ZF TRW recientemente presentó una bolsa central, que se extiende de los asientos para evitar que las cabezas y cuerpos de los pasajeros delanteros choquen entre sí. La bolsa actúa como una barrera entre los dos, evitando así daños ocasionados entre pasajeros.